Ricciardo se lleva el Gran Premio de Hungría
Tan solo una semana después del Gran Premio de Alemania llegaba el Gran Premio de Hungría. Un evento que nos trajo accidentes y emoción a partes iguales.
A Hamilton últimamente parece que le ha mirado un tuerto. En la Q1 del sábado, cuando se disponía a dar su primera vuelta de calificación, el coche comenzó a arder y por lo tanto se veía relegado a salir desde el pit lane en la carrera, desde la última posición.
Otro caso aparte es lo de Ferrari. Sin Hamilton ni Magnussen, que había tenido un accidente, había dos plazas extra para la Q2, por lo que casi todos los pilotos de arriba optaron por reservar gomas y salir solo una vez. El problema fue que el tiempo de Kimi no era tan bueno, pero en Ferrari dieron por hecho que le bastaría y no lo volvieron a sacar. Así, Bianchi dejaba al Ferrari fuera de la Q2 en el último segundo, y a los italianos se les quedaba cara de tontos otra vez, y ya van muchas, mientras que el hombre de hielo se marchaba echando chispas.
Rosberg hacía de nuevo la pole y se las prometía muy feliz en un trazado en el que, a diferencia del de Alemania, es muy difícil adelantar, por lo que Lewis a priori iba a sufrir horrores para ganar posiciones.
La carrera dio comienzo con todos los coches con gomas intermedias, pues el trazado estaba mojado y caían unas gotas. Alonso, que partía quinto, aprovechó para salir como un misil y ponerse tercero tras pasar a Vettel, pero el alemán pronto le devolvió la jugada. Mientras, Rosberg ponía tierra de por medio y Bottas, que era segundo, frenaba a los coches que le precedían, formando un grupo en el que todos iban con el cuchillo entre los dientes. Por otra parte, Hamilton se salía en la primera vuelta y parecía que sus opciones de puntuar se evaporaban.
La carrera iba sobre ruedas para Nico, pero en la vuelta 8 todo cambiaría. Ericsson sufría un aparatoso accidente y el safety car salía a pista, lo que permitía que todos se agruparan de nuevo y que la ventaja del alemán desapareciera.
Ricciardo fue el más listo de la clase y paró una vuelta antes que los demás, tras salir el coche de seguridad, con lo que se situó primero. Tras marcharse el safety, todos montaron gomas secas, a excepción de los McLaren, que se equivocaron y pusieron de lluvia, lo que les hizo perder cualquier opción al no volver a llover. Justo cuando se iba a retirar el safety, Grosjean tuvo un accidente y el vehículo de seguridad se mantuvo en pista otras vueltas.
La carrera se reanudó y todo dio un giro brusco. Rosberg comenzó a tener problemas de frenos y empezó a ser rebasado por varios pilotos, mientras Hamilton, en una espectacular remontada, se situaba dos plazas por detrás del teutón, para sorpresa de Nico, que veía cómo había perdido toda su ventaja.
Ricciardo, Massa y Alonso comandaban la carrera y ponían pies en polvorosa, gracias a que el cuarto era un sorprendente Vergne que no permitía a Rosberg que lo adelantara y formaba un trenecito para desesperación de los Mercedes y de Vettel.
Nuevamente en la vuelta 23, Pérez tenía un accidente y otra vez safety car. Esta vez los perjudicados fueron Ricciardo, Massa y Alonso, que perdían su ventaja.
Los dos primeros entraban a boxes, el resto no, por lo que Alonso pasaba a ser líder, seguido de Vergne. Alonso tiraba como un loco, sabiendo que sus gomas no durarían mucho, mientras Vettel se llevaba un gran susto tras trompear y quedarse a milímetros del muro de recta.
Por fin en la vuelta 34 Hamilton lograba sobrepasar a Vergne y se lanzaba a la caza de Alonso. Sorprendentemente, en la vuelta 38 Alonso paraba y en lugar de calzar duros para llegar hasta el final, metía los blandos, al contrario que Lewis que ponía duros. Parecía que Fernando iría a dos paradas, porque no era probable que los blandos aguantaran, sin embargo, poco después le comunicaban por radio a Alonso que tenía que llegar al final con esas gomas, toda una locura, pero si funcionaba, la carrera podría ser para Alonso.
Rosberg había parado mucho antes que Hamilton, por lo que todavía le restaba otra parada para montar otra vez blandas, pero al toparse con Hamilton, el inglés hizo caso omiso a su box y no le permitió a Nico adelantarlo, por lo que las opciones de Rosberg se venían abajo. Lewis le iba a recortar puntos a su rival en una carrera que parecía tener muy cuesta arriba.
Las últimas diez vueltas se preveían de infarto. Alonso era líder pero Hamilton, con duras, y Ricciardo, con blandas más nuevas, se le echaban encima. Por detrás Rosberg volaba para contactar con los tres primeros.
Alonso se defendía sin gomas como podía. Su única esperanza era que Ricciardo molestara a Hamilton y eso beneficiara al español. A falta de seis vueltas el australiano lo intentó por primera vez, pero no lo logró. Sin embargo, a cuatro vueltas Ricciardo lo trataba de hacer de nuevo y esta vez sí que pasaba a Lewis. El australiano tenía gomas mucho mejores y eso era malo para Fernando.
En la vuelta 68, Fernando no pudo más y era rebasado por el Red Bull, Hamilton también intentaba pasar por encima de Alonso si fuera necesario y Rosberg comenzaba a tenerlos en el punto de mira, quizás le podrían faltar un par de vueltas.
Llegó la última vuelta. Hamilton como un loco detrás de Fernando y Rosberg, ya pegado al inglés, tratando de pasarlo por cualquier lugar. Rosberg lo intentó y Hamilton casi lo echa fuera, lo que benefició a Fernando para ganar unos metritos suculentos.
Ricciardo ganaba cómodamente y por detrás Alonso, sin gomas y con el coche bailando para todos lados, aguantaba la segunda plaza, con Lewis y Nico pegados a su alerón. Rosberg tendría que estar cabreadísimo. Una carrera en la que se suponía que le ampliaría la ventaja a Hamilton y al final terminaba perdiendo puntos con un inglés heroico, que de nuevo hacía una remontada para la historia.
Por atrás, la zona de puntos la completaban Massa, un gran Kimi por fin, Vettel, Bottas y otro de los héroes del día, Vergne. El Mundial continua al rojo vivo, habrá que esperar a ver quién es el primero en fallar de los dos Mercedes para despegarse en la clasificación.
Bueno, parece que te has puesto las pilas y ya vuelves a ser el de antes. Eso sí, tu ídolo sigue sin ganar una…
Como no cambie de escudería de una vez por todas, el pobre Alonso no vuelve a ganar un título en la vida.