España, primera de grupo
España se ha mostrado intratable en la fase de grupos del Mundial de Baloncesto, ha conseguido la primera plaza, antes incluso de disputar el último partido contra Serbia, y ha ganado sus cinco encuentros.
Los dos primeros partidos no suponían a priori grandes dificultades, y nuestra selección se impuso sin demasiados aprietos. El juego interior de los nuestros es superior al de cualquier otra selección, imparables en ataque y contundentes en defensa. Si además el perímetro funciona, las posibilidades del rival se vuelven escasas.
El equipo aprovechó estos partidos para buscar su mejor juego, adquirir el ritmo apropiado para la competición y acabar la integración de los jugadores con sus compañeros. Los partidos preparatorios ayudan, pero hasta que compites en serio no demuestras tu verdadero nivel.
El tercer partido era el importante. La selección brasileña de Varejao, Splitter, Leandro y Hilário ofrece un gran nivel de juego, especialmente por el interior, y era candidata a la primera posición del grupo. Pero la Roja no solo no se intimidó, sino que supo imponerse desde el comienzo del encuentro y no permitió en ningún momento la remontada de Brasil.
España dominó el encuentro con su estilo particular: velocidad en el pase, buscando siempre a los jugadores con la mejor posición. Si se puede pase al interior, donde nuestros pívots se imponen a cualquier defensa, incluso la brasileña que es de las más fuertes. En el juego exterior estuvimos especialmente bien, castigando una y otra vez. Hasta Pau se animó, con tres triples consecutivos que casi sentenciaban el partido a falta de más de un cuarto.
La victoria contra Brasil demostraba el gran momento de España, tanto por juego como por resultados, con lo que ponían a Francia, el siguiente rival, en apuros.
Con el cuarto partido la selección podía conseguir el primer puesto del grupo sin preocuparse del último partido, y salió a por todas. Consiguió una ligera ventaja al comienzo, liderados por un Ricky espectacular, pero no fue capaz de mantenerla. Parecía que al final del primer cuarto llegaríamos igualados, hasta que apareció Navarro con un triplazo para dar la ventaja en el último segundo.
En el segundo cuarto se consiguió una pequeña ventaja que iríamos ampliando a lo largo del partido. El juego no era espectacular, pero siempre aparecían destellos, como los triples de Navarro y Mark y la defensa de Ibaka. Al descanso se llegaba con 10 de ventaja, muy trabajados contra la correosa selección francesa.
El tercer cuarto aumentó la distancia en el marcador. Aunque parecía igualado, la verdad es que las recuperaciones en defensa permitieron correr y anotar, sin dejar tiempo a los rivales a situarse en defensa. Ibaka hizo una gran segunda parte, tanto en defensa como en ataque (aunque recibió pocos balones, en mi opinión). Llegados al último cuarto, España se sabía ganadora, manteniendo el nivel en defensa y dando minutos a Felipe y Claver, para que descansaran los hermanos Gasol, que lo merecían. Llull y Calderón supieron llevar el equipo en ataque para mantener la diferencia en el marcador.
Con los deberes hechos, llegaba el turno de Serbia. La Roja prometía no tomárselo de relax, y no defraudó.
No fue el mejor partido de España, pero gracias a Navarro, los Gasol y Ricky el partido nunca peligró. Los serbios aguantaron el tirón en el primer cuarto, pero a partir de ahí no consiguieron ponerse cerca en el marcador. Está claro que cuando juntas a en tu equipo a 10 jugadores del más alto nivel, ya sea NBA o ACB, poco pueden hacer los rivales.
Con el primer puesto del grupo, el rival en octavos será Senegal, al que ya nos enfrentamos en la preparación para este mundial. Veremos si mantenemos nuestro juego y llegamos a la gran final, donde se enfrentarían las dos grandes favoritas, España y Estados Unidos. Sin duda un partido para el recuerdo, más viendo el gran nivel de los dos equipos. Pero como siempre, paso a paso. Primero debemos centrarnos en Senegal.
