GP de San Marino. Las Yamaha por fin le plantan cara a las Honda
Después de meses y meses de sinsabores, Jorge Lorenzo partía desde la pole en la carrera de Moto GP del GP de San Marino. Junto a él, Iannone y Rossi le acompañaban en primera línea. Tras 23 carreras, Márquez no salía en primera línea, los entrenos parecían presagiar algún cambio.
En uno de sus circuitos favoritos Lorenzo lo tenía claro: salir como un disparo y tratar de poner pies en polvorosa. Pero quizás cometió un error. Fue el único que montó goma dura en la rueda delantera, lo que lógicamente lo iba a penalizar en las primeras vueltas, mientras no se le calentara la goma.
Comenzó la prueba y Lorenzo hizo lo esperado, se puso primero marcando un ritmo fuerte; sin embargo Rossi estaba en casa y ya son muchos años sin darle una alegría a sus tifosi. A lo largo de todo el fin de semana había demostrado estar muy fuerte. Por su parte, Marc sabía la estrategia de las Yamaha y en la salida se la jugó metiendo la moto por donde pudo para situarse en tercer lugar. Pedrosa se quedó taponado y dijo adiós a sus esperanzas de victoria.
Como señalé antes, Lorenzo salió con gomas duras y lo pagó, tras unas primeras vueltas en cabeza, gracias a la lucha que mantenían Rossi y Marc. Pronto Valentino lo rebasó y a continuación Márquez hizo lo mismo. Rossi tenía un ritmo endiablado que parecía llevar al límite por primera vez en mucho tiempo a Márquez. Sin embargo, el español se mantenía a rueda, al contrario que Lorenzo, que perdía tiempo poco a poco. Pedrosa seguía enganchado con las Ducati y solo podía optar a la cuarta plaza.
En la vuelta siete, Pedrosa por fin se deshizo de las Ducati y se colocó cuarto, pero muy lejos de Lorenzo. Márquez continuaba a rueda de un Rossi infernal, hasta que en la vuelta 9, en la curva más lenta del trazado, Marc se fue al suelo y a pesar de ingresar en carrera, lo hacía desde la última plaza. Rossi veía el cielo abierto, pues Lorenzo no acababa de acortar distancias. Pedrosa de rebote se encontraba con un pódium inesperado.
La esperanza de Jorge era que Valentino se quedara sin gomas, pero eso no sucedía. El italiano le llevaba casi tres segundos, la distancia estaba estabilizada en esas diferencias. En la lucha por la tercera plaza, Dovizioso le recortaba un poco a Dani y trataba de meterle presión al español. Mientras, Márquez comenzaba su particular remontada, tratando de llegar al menos al puesto quince. Lo iba a tener difícil porque las distancias eran grandes.
Los giros definitivos no tuvieron mucha historia. Valentino se impuso sin apuros, desatando la algarabía y la locura entre los tifosi italianos; el «chaval » de treinta y cinco años volvía a reinar al menos por un día. Lorenzo pagaba su error de elección de gomas y terminaba segundo. Por su parte, Pedrosa vencía con algún apuro a Dovizioso.
En cuanto a Márquez, parecía que se quedaba con la miel en los labios, pues entró en la última vuelta en el puesto dieciséis. Sin embargo, la carrera de Aleix Espargaró en ese giro final le dio al menos un puntito, que a estas alturas de la temporada tampoco le supone mucho, pues el campeonato es solo cuestión de ver en qué carrera el español se va a imponer. Dentro de dos grandes premios ya se podría proclamar campeón del Mundo; pero por una vez las Yamaha y Rossi son los grandes animadores del fin de semana. Ojalá que esto sea el principio de la remontada de las Yamaha, por el bien del campeonato y del espectáculo, esperemos que la próxima campaña volvamos a las batallas de antaño.