¡Adieu Camille!
El pasado lunes día 9 una noticia me dejaba consternado, un choque entre dos helicópteros en Argentina dejaba diez muertos, tres de ellos deportistas franceses. En un primer momento, no pude entender los nombres que decían en televisión, así que rápidamente me puse a bucear por Internet en busca de alguna noticia sobre la tragedia, por si conocía a alguno de los difuntos; pronto encontré los nombres de los fallecidos, y mi abatimiento aumentó al comprobar que si conocía a uno de ellos. ¡Se nos había ido la campeona olímpica en Londres Camille Muffat!.
Muchos de vosotros no la conoceréis, pero en Francia era toda una institución, entre los diecisiete y los veinticuatro años, (edad en la que en una entrevista concedida al diario L’Equipe anunciaba su retirada), acumuló hasta dieciocho medallas entre Juegos Olímpicos, Mundiales y Europeos, además de poseer dos récord mundiales que lograba en el año 2012, en 800 y 400 metros libres en piscina corta, récord que un año más tarde la española Mireia Belmonte le arrebató. Su grandeza era tal que en enero de 2013, entró en el selecto grupo de personajes mundiales que poseen la mayor distinción que se otorga en Francia, fue nombrada Caballero de la Legión de Honor.
Pero empecemos desde el principio, Camille nació el 28 de octubre de 1989 en Niza, esta localidad últimamente parece maldita, pues Muffat era paisana del piloto de Fórmula 1 Jules Bianchi, que el pasado año sufría un gravísimo accidente del cual todavía no se ha recuperado y que le dejará graves secuelas.
A los doce años comenzó a entrenar de la mano de su preparador Fabrice Pellerin, muy pronto Muffat destacó por su gran capacidad agonística, nunca se cansaba de pasar horas y horas en el agua, a pesar de que las condiciones en las que se preparaba no eran las idóneas, pues el modesto Club al que pertenecía, el Olympic Nice Natation, tenía que compartir la piscina municipal con niños y mayores. Esa fe inquebrantable y esa constancia, le valieron un apodo en su país, a Camille se la conocía como «Madame 100%».
Pasaron los años y los resultados empezaron a llegar, con solo quince años osó derrotar en los campeonatos de Francia, en la modalidad de 200 libres, a la otra gran diva de la natación francesa, Laure Manaodou que por aquellos tiempos era intocable. Curiosamente, las vidas de estas dos grandes nadadoras no podrían ser más distintas, Camille destacaba por su timidez y por no prodigarse en los medios de comunicación, todo lo contrario hacía Manaodou, ya fuera por sus méritos deportivos o por sus affaires en su vida privada, Laure era noticia día si y día también.
Los juegos de Pekín 2008 la pillaron demasiado verde y no obtuvo buenos resultados, lo que provocó que junto a su entrenador se centrara en las disciplinas de estilo libre, especialmente los 200 y los 400 metros. Con su consabida fuerza de voluntad, Camille inició un entrenamiento sobrehumano (nadaba unos 16 km. al día), con las miras puestas en Londres 2012 y acertó de pleno. El balance en Londres fue estupendo: medalla de oro y récord olímpico en los 400 libres, imponiéndose por tan solo 32 centésimas a la gran favorita, la estadounidense Allison Schmitt, en una carrera que pasará a los anales de la historia; medalla de plata en los 200 libre y bronce en el relevo de 4×200 libre. A continuación os dejo el vídeo de la final de los 400 metros.
Tras sus éxitos en los Juegos, Muffat dijo que seguiría siendo la misma de siempre, que el ser famosa no la cambiaría; pero por desgracia no fue así. Había entregado su niñez y su adolescencia al deporte que amaba, pero hasta Camille tenía un límite y tras Londres perdió la motivación, empezó a darse cuenta de que en la vida hay muchas cosas que disfrutar, lo que provocó que el año 2013 no fuera nada bueno para ella deportivamente, aunque en ese bajón de rendimiento obviamente también influyó la confirmación de lo ocurrido en los Juegos; una jovencita americana que responde al nombre de Katie Ledecky y que probablemente sea a sus diecisiete años la mejor nadadora de la historia, si a eso sumamos el despegue definitivo de Mireia Belmonte, obviamente, Camille sabía que no tenía mucho que hacer ante estas dos grandes deportistas, lo que le haría replantearse las cosas, a su edad su cuerpo no iba a ir a más, sino todo lo contrario, así que a los 24 años se retiraba definitivamente, en la entrevista concedida a L’Equipe era muy clara:
– «Por supuesto, soy joven. Quizá es un error. Pero no creo que vaya a arrepentirme. Estoy segura de mí misma y creo que soy suficientemente curiosa como para explorar otras cosas, a fondo y sin vuelta atrás. El cuerpo podría haber aguantado otros diez años más, pero yo soy la dueña de mi vida».
Finalmente decidió aceptar la propuesta del canal francés TF1, para participar junto a otros ex deportistas galos, en un reality de supervivencia llamado Dropped. Los dos helicópteros que transportaban a los participantes, así como al personal del canal galo, alzaron el vuelo y pocos segundos después colisionaban entre si, nadie se salvó.
Así trágicamente finaliza la vida de la gran Camille Muffat, si me permitís la licencia, como diría el otro, «siempre nos quedará Londres», para poder recordar a esta jornalera de la piscina.
Descansa en paz Camille, gracias por todos los buenos momentos que nos has brindado en el agua, como bien decía tu entrenador, eras la «estrella discreta», junto con los hermanos Manaodou o Yannick Agnel has formado parte de la edad de oro de la natación francesa, aunque no salieras tantas veces en los medios de comunicación como tus compañeros, sin duda alguna nunca te olvidaremos.