Carlton Myers, el salvador fugaz
Ciento noventa y dos centímetros separaron a Valladolid del infierno. Concretamente los ciento noventa y dos centímetros de Carlton Ettore Myers más conocido como Carlton Myers. El londinense, con alma italiana, fichó por el, en aquella época, Fórum durante la temporada 2004-05. Su andadura en tierras pucelanas únicamente duró 7 encuentros, pero fueron suficientes para certificar una permanencia que pendía de un hilo.
Myers nació en Londres en 1971. De madre italiana y padre caribeños, vivió en su ciudad natal hasta los 10 años y luego se trasladaron a Rimini, donde consiguió la nacionalidad italiana. Su vida profesional transcurrió allí por completo, a excepción de los meses que pasó en Valladolid.
Los que más le han visto jugar lo definen como un anotador incansable, compulsivo, su gran especialidad. Uno de los mejores escoltas, capaz de anotar 87 puntos en un solo partido. Y, además, campeón de Europa con su selección, la italiana.
Debutó en el Basket Rimini en 1988 donde jugó los primeros cuatro años de su carrera. Después fichó por el Pesaro, equipo de la ciudad de su madre, pero tan solo dos años después volvió a Rimini. Aunque solo por una temporada, pero ¡qué temporada!
El escolta consiguió meterse en la historia del baloncesto italiano anotando 87 puntos en un solo partido. Récord personal y de todo el país. El propio Myers cuenta que no lo buscaba, pero cuando empezó a parecer posible fue el propio entrenador el que pidió que todos lo buscasen. El partido acabó con la aplastante victoria de su equipo por 147-99 ante el Libertas Udine y con una exhibición del jugador.
En 1995 recaló en el Fortitudo de Bolonia donde permaneció durante seis temporadas. En esos años añadió una Copa de Italia y una Liga nacional a su palmarés. Además de dos medallas, una de oro y otra de plata, en el campeonato de Europa con respecto al ámbito internacional.
Jugó otros tres años en Virtus Roma, hasta 2004. Fue ese mismo año cuando comenzó su andadura fuera de Italia. Aunque la temporada empezó en Siena, los últimos meses de competición los pasó en el Fórum Valladolid.
En un Fórum, necesitado de victorias para mantener la categoría, cumplió con creces la misión para la que se le había fichado. Con un promedio de 21,3 puntos por partido ayudó a sus compañeros a conseguir la tan ansiada permanencia en tan solo 7 partidos.
Al finalizar la temporada volvió a Italia donde jugó los últimos años de su carrera. Primero en el Pesaro, para volver luego al club donde había empezado todo, el Rimini. Allí se retiró en el año 2010, tras una larga carrera, con casi 40 años.
Siempre será recordado como uno de los grandes del baloncesto italiano. Su increíble récord, sus sublimes actuaciones con la selección de la que es el noveno máximo anotador y haber sido abanderado de Italia en los Juegos de Sydney 2000 han hecho que se gane un hueco en el corazón de todos los italianos y, por qué no, en el de todos los que aman el baloncesto.