¿Qué me pasa, Doc? – Lesiones en la NFL
«La NFL es un deporte de contacto.» Es lo primero que se suele decir cuando tienes que explicarle este deporte a gente que no lo conoce. Pero es un argumento tan manido como inexacto. El baloncesto, el fútbol o el balonmano son de contacto; el fútbol americano lo es de impacto. Un running back corre con el balón, y los tackles se lanzan contra él buscando el golpe, cuanto más espectacular mejor, para conseguir parar la inercia de la carrera. O un receptor recoge un balón alto de espaldas, y el corner back busca con el hombro la parte baja de su espalda, aplicando toda la fuerza en el impacto con la esperanza de que suelte el balón. Y qué decir de las líneas de ataque y defensa, chocando en cada jugada e intentando arrollar al rival con su elevado peso y fuerza descomunal. Y todo esto sólo abarca la «legalidad» del juego,que si nos vamos a choques de casco o placajes a la rodilla tenemos para varios artículos. Por todo esto, es uno de los deportes con mayor riesgo de lesiones.
Veamos primero dos tipos de lesiones, la más peligrosa y una de las más comunes.
Contusiones
Hubo mucha polémica hace unos años sobre las contusiones. Los defensas «placaban» (si se le puede llamar así) lanzándose con el casco por delante, sin una pizca de remordimiento por su propia integridad física. Esto llevaba a lesiones de cuello y contusiones, con jugadores perdiendo el conocimiento pero volviendo al terreno de juego a los pocos minutos como si nada fuese con ellos. La respuesta de los runningbacks para protegerse de recibir estos golpazos en el pecho fue ir también con el casco por delante, inclinados en una postura que propiciase toda la fuerza de la inercia sobre su casco contra el rival. Entonces llegaron los golpes más peligrosos, con impactos físicamente imposibles de soportar por el cuerpo humano, y jugadores con más de una contusión por encuentro, algo desproporcionadamente peligroso, que conlleva lesiones permanentes e incurables por el momento. Entre ellas paraplejias, problemas de memoria y estado mental general, cefaleas crónicas, problemas de cervicales, etc.
Esta temporada pasada, se cambió el reglamento para castigar duramente este tipo de colisiones, debido a las demandas de antiguos jugadores a la NFL por no informarles de los riesgos asociados a las contusiones. Como consecuencia, ahora los «placajes» son a las rodillas, la forma más fácil de parar a alguien, y no sólo en esa jugada, sino para unos días (o semanas).
En un deporte donde priman los resultados, no puedes esperar que los jugadores sean limpios o técnicamente adecuados, sino prácticos. Si necesitas 10 sacks en la temporada para conseguir un bonus en tu contrato, no te vas a parar a respetar a tu rival, simplemente pasarás por encima de quien sea para obtener tu sustento.
Groin
Vaya palabreja. Reconozco que no le prestaba atención a este tipo de lesión, hasta que leí Slow Getting Up, de Nate Jackson (tenemos una entrada dedicada al libro, lectura recomendable). Después de buscar un poco por estos mundos de internet, resulta que es muy común.
En este tipo de lesión, existen varios tipos de causas y síntomas, con dolores agudos e incapacitantes, y no se puede forzar la recuperación a riesgo de agravar y alargar el tiempo de curación. Normalmente consiste en desgarros en los tendones que unen las piernas con la cadera, en la zona de los glúteos y la entrepierna. También puede haber daño en la parte baja de la espalda, como hernias o discos gastados o dañados, que amplifican el dolor e incomodidad general del jugador.
A diferencia de las contusiones, que son por impacto, estas lesiones musculares se deben al sobresfuerzo soportado por esa parte de la anatomía, con carreras explosivas y cambios de dirección imposibles. Al jugador se le anima a aumentar en tono muscular toda su carrera, pero se descuida la elasticidad. Si desarrollas tus músculos, debes tratar de mantener los tendones flexibles, ya que si aumentas tu fuerza puede llegar a ser demasiada presión para esos tendones y desgarrarse. También se atrofian si primas el desarrollo muscular sobre la elasticidad. Y si encima añadimos a la mezcla a entrenadores como Bruce Arians (Arizona Cardinals), que no quiere que sus jugadores estiren porque no le parece necesario, seguramente las lesiones se multipliquen sin remedio.
Lesiones. Visión General
Con la cantidad de golpes, placajes, giros, piruetas, celebraciones y carreras desenfrenadas, es irremediable que se manifiesten lesiones en todos los partidos disputados. Y no hablo de torcer un tobillo o doblar un dedo, hablo de costillas rotas o astilladas, rodillas destrozadas, hombros y clavículas rotos o descolocados, y un largo etcétera.
Un día leyendo mi timeline de Twitter, encontré la imagen que podéis ver a la derecha. Lo siento pero no recuerdo quién la había posteado. Consiste en una infografía que recoge las lesiones sufridas por los jugadores de la NFL en la liga regular 2013, antes de comenzar los Playoffs. Os recomiendo clicar en ella para verla en tamaño grande y revisarla en detalle, ya que ofrece de forma gráfica la información necesaria para hacerse una idea aproximada de la dureza de este deporte.
Según este gráfico, la más común es la lesión de rodilla, seguida por la de tobillo. Sobre las rodillas está todo dicho, sabemos que incluso una rodilla que no ha sufrido lesiones puede dar molestias de vez en cuando, así que imaginaos el desgaste de los meniscos, roturas y distensiones de ligamentos, y la siempre temida triada que dependiendo de los casos puede terminar con tu carrera.
Podemos incluir en un segundo grupo las piernas y los pies. No es muy común romperse una pierna, pero roturas de fibras sí que se dan con relativa frecuencia. Y los pies sufren mucho por el peso y fricción que soportan. Raro es el deportista que no tiene problemas con ampollas, fascitis u otras dolencias propias de esta extremidad.
Por último, en el tercer grupo estaría el tren superior. La mayoría de sus lesiones provienen de impactos o caídas, con contadas excepciones. Aunque la protección que llevan es mejor que la de las piernas, la fuerza con la que reciben golpes es mucho mayor también. Las costillas sufren con cada placaje, y la espalda está expuesta a posturas forzadas, más teniendo en cuenta que los receptores pueden no ver venir al defensor hasta que sienten el contacto atrás, y si no que se lo digan a Welker en la última SuperBowl contra Seattle. Los hombros y brazos peligran en las caídas, donde una mala postura puede llevar a fracturas de muñecas y brazos, o que se salga el hombro, lesión incómoda teniendo en cuenta que en el futuro será más fácil que se salga de nuevo en el momento menos pensado.
Conclusiones
Este deporte es brutal, y todos los jugadores tienen molestias de algún tipo durante la semana. Siempre ha habido polémica sobre los jugadores y los tratamientos que reciben. Que si cortisona, analgésicos y todo tipo de mejunjes contra el dolor, que si curas milagrosas que aceleran la curación en beneficio «del jugador» por supuesto… A esto hay que sumar la duración de la carrera de un jugador, que dependiendo de la posición puede ser de un par de años.
Fue su decisión jugar a esto profesionalmente, en ello han puesto su esfuerzo y dedicación desde que comenzaron a lanzar el balón en el patio trasero de su casa, en el mejor de los casos. Y nosotros disfrutamos de este espectacular deporte, peligroso para los que lo practican, glorioso para los que lo saboreamos en el sofá.
Otro gran artículo, muy interesante aunque paso de la NFL. Grande moucho!!!!!
Lección magistral mOuchO!