Mundial de Brasil – 2ª jornada
Arrancó la segunda jornada del Mundial de Brasil, con el segundo encuentro del Grupo A, partido que enfrentó a México y Camerún, bajo el diluvio universal que azotó al estadio de Natal. Y si el partido de Brasil fue polémico por el arbitraje, con el penalti inventado a favor de la canarinha, qué decir de este segundo partido que probablemente encienda todas las alarmas, porque no es de recibo que en un gran evento como este, suframos los arbitrajes que estamos observando.
El encuentro comenzó con unos aztecas lanzados al ataque desde el minuto 1, aprovechando lo mojado del césped, los mexicanos combinaban rápidamente entre ellos, hasta que conseguían abrir el esférico a las bandas donde tanto Aguilar como Layún se incorporaban constantemente y servían balones peligrosos.
En uno de ellos, hacia el minuto 10, Herrera colgaba un balón desde la derecha y Gio remataba de primeras a gol, obteniendo el que parecía el primer tanto de la tarde. Pero no. En ese momento el línea decidió que Gio estaba en fuera de juego y anulaba un gol a todas luces válido. Camerún le vio las orejas al lobo y comprendieron que encerrándose atrás no lograrían nada y así se estiraron y comenzaron a llegar a la meta contraria, a través de varios saques de esquina que forzaron y en donde los aztecas hacían aguas ante el poderío físico africano.
Así, en uno de ellos el esférico se paseo por el área chica sin que nadie pudiera rematar, y posteriormente en otro córner, Eto’o recibe de nuevo dentro del área y asiste a un compañero para que marque. Sin embargo, en esta ocasión sí que estaba en fuera de juego y el tanto es correctamente anulado. México estaba tocado y Camerún seguía colgando balones. En uno de ellos Eto’o volvía a recibir dentro del área y su remate se marchaba rozando la escuadra.
Pero el dominio africano fue un espejismo. De nuevo los americanos se hicieron con el control del balón y en el minuto 30 un córner botado por los mexicanos era de nuevo rematado por Gio al fondo de las mallas y otra vez el asistente tenía un exceso de vista y le anulaba el segundo gol válido a Dos Santos por otro fuera de lugar que no existía.
Hasta el descanso los aztecas, completamente desquiciados con el línea, siguieron dominando pero sin crear ocasiones de peligro, y Camerún bastante tuvo con defenderse.
La segunda mitad transcurrió con la misma tónica, México combinando y dominando y Camerún defendiendo como podía y tratando de montar alguna contra, pero sin éxito. En el minuto 50 el Cepillo Peralta recibió un gran pase de Gio y se plantó delante de Itandje, pero el meta africano le ganó la partida y rechazó el disparo. Tanto va el cántaro a la fuente que finalmente en el minuto 60 Gio vuelve a encarar a Itandje y su disparo de nuevo lo rechaza el meta, sin embargo el Cepillo en esta ocasión sí estuvo atento y recogió el rechace para marcar a portería vacía el primer tanto del encuentro.
Tras el tanto del Cepillo, se presumía que Camerún adelantaría líneas, pero nada más lejos de la realidad. México continuó dominando y llegando a la meta rival y Camerún con sus delanteros exhaustos por defender corriendo, no demostró argumento alguno para inquietar a los aztecas hasta los últimos cinco minutos de encuentro, cuando los aztecas se pusieron nerviosos y empezaron a recular. Esto propició que por inercia los africanos se acercaran al área rival y de nuevo pusieran por arriba en apuros al rival, sobre todo en el minuto 91 en el que Ochoa realizó una gran palomita para detener un testarazo de Webó en la ocasión más clara de los africanos. Pero el marcador no se movió más, justa y corta victoria de México a causa del desastroso línea que anuló dos goles válidos.
Camerún deberá centrarse más en jugar un poco y no tanto en reclamar primas, si no quieren salir con un montón de goles ante Brasil y Croacia.
En el segundo encuentro, la final del último Mundial se repetía. España y Holanda se volvían a ver las caras cuatro años después y el partido comenzó en parte como se esperaba. Al inicio Holanda jugó con tres centrales, pero lejos de meterse atrás, los tulipanes salieron con la línea adelantada, buscando achicar espacios y comprometer el movimiento de balón hispano.
Pero si España tiene algo, es calidad por arrobas y, a pesar de la gran presión del cuadro ejercido por Van Gaal, los de la Roja tocaban y tocaban en busca de la oportunidad en la que meter un pase en profundidad que partiera la defensa rival. Curiosamente fue Holanda la primera en avisar, al recibir Sneijder un pase al hueco y plantarse ante Íker pero, como hace cuatro años con Robben, a Wesley le temblaron las piernas y disparó al muñeco.
Finalmente mediada la primera mitad, tras un par de llegadas de Costa, Silva habilitó a Diego y este, ante la entrada del defensa rival, le recortó y se tiró al suelo, y de nuevo como en otros partidos, el colegiado picó y señaló penalti. La pena máxima la transformó Xabi Alonso y a partir de ahí llegaron los mejores momentos de la Roja. Con Holanda tocada, Silva tuvo una gran oportunidad, pero se durmió a la hora de asistir a Costa, y poco después de nuevo el chino se plantaba ante Cillesen y ante el intento de vaselina, el guardameta orange respondía bien y mandaba el esférico a córner.
Cuando parecía que al descanso se llegaría con ventaja de España, Van Persie recibió un buen pase en largo, y ante el despiste de Ramos en la marca, se plantó ante Casillas y, sin dejarla caer, se lanzó en plancha de cabeza; batía de gran vaselina a un arquero español que se quedaba a media salida. El gol cayó como un jarro de agua fría para España, pero así se llegaba al entretiempo.
En la segunda parte, Holanda empezó a discutir más la posesión, España perdía la bola rápidamente, y en el 51 un pase en largo a Robben, era bajado de manera magnífica por Arjen y una vez más ante la caraja de Ramos y Piqué, Holanda se ponía por delante.
Con el gol Holanda se creció y en el minuto 60, Van Persie recibía al borde del área tras una jugada en la que Robben sacó otra vez los colores a la verbena de defensa española. Su disparo de volea se estrellaba en el larguero para fortuna española. Del Bosque trató de reaccionar y metió a Torres por Costa y a Pedro por Alonso en busca de arriesgar más, dejando solo a dos en el medio campo.
Pero lejos de surtir efecto, en el minuto 65 una falta botada por Sneijder desde la banda al área pequeña era rematada por Holanda tras otro clamoroso error arbitral al no ver la clara falta cometida a Casillas. Los Orange se ponían 1 a 3 por delante.
España se fue a la desesperada y dos minutos después, un remate de cabeza de Iniesta era rechazado por Cillesen, el rebote lo cogía Silva en claro fuera de juego y marcaba un gol, que en esta ocasión era bien anulado.
Cuando parecía que la cosa no podía ir a peor, Casillas en el 72 justificó su suplencia en el Real Madrid y, tras un garrafal error al controlar una bola, le dejaba el balón a Van Persie que a portería vacía ponía el cuarto y daba comienzo a la fiesta de los tulipanes y de la afición brasileña, que en todo momento estuvo apoyando a los neerlandeses.
El partido estaba sentenciado y los últimos quince minutos sobraron. Ramos en una falta directa trató de recortar, pero su disparo se fue cercano al palo. Más tarde, con España volcada, Robben a la contra en el 78 ridiculizó a Ramos, e Íker una vez más volvía a dudar si salir o no, para luego vencerse como un infantil y permitir otro tanto.
Hasta el final, Casillas en dos ocasiones consecutivas salvó la media docena, ante unos españoles que seguían de vacaciones, sin meter el pie en ningún balón dividido. Torres se durmió a portería vacía y fue incapaz de marcar una ocasión clarísima.
El bochorno español fue total, un equipo sin norte, con jugadores que han vivido mejores años y con un seleccionador incapaz de renovarse. Con la diferencia de goles encajada, España, a pesar de que gane los dos partidos, probablemente se quede fuera.
En el último encuentro, Chile sabía que tras el traspiés de España los goles son muy importantes, y se puso rápidamente manos a la obra.
En el minuto 11 Alexis conseguía el primer tanto tras recorger un rechace dentro del área aussie, y tan solo dos minutos después, otra gran conducción de Sánchez acababa con una asistencia para el Mago Valdivia, que desde la frontal, descerrajaba un disparo que entraba pegado al larguero.
Desde ese momento las apuestas, tan solo eran de cuántos goles encajarían los australianos, que trataban de salir en alguna contra, pero con muy poca calidad, mientras que los chilenos seguían tocando y desarbolando la débil zaga oceánica una y otra vez.
Así transcurría el encuentro, con los australianos achicando balones como Dios les daba a entender y con Chile divirtiéndose y gustándose, hasta que en el 32 saltó la sorpresa y en un gran centro de Franjic por la derecha, Cahill se aprovechaba del gran talón de Aquiles de Chile, que es la baja estatura de sus defensas, y de gran cabezazo ponía el 2 a 1.
En ese momento Chile se puso nervioso y tan solo dos minutos después Bravo salvaba el empate tras un tiro de Leckie; el partido enloquecía en un correcalles. Hasta el descanso ya no hubo ocasiones importantes, lo único interesante fue el duelo Cahill vs. Medel, dos jugadores de sangre caliente, que tuvieron sus más y sus menos.
El segundo acto comenzó con Chile todavía preguntándose cómo podían ir ganando solo de un gol, eso lo aprovechó Australia para envalentonarse y, con una táctica sencilla de abrir balones a banda y meter centros, Chile comenzó a sufrir con un Cahill que por arriba les ganaba todos los balones a los diminutos defensas chilenos. Así, en el 53 de nuevo Cahill de cabeza ponía el empate, pero el línea, en este caso acertadamente, lo anulaba por fuera de juego.
Los australianos no se rendían y en el 56 Bresciano enganchaba una volea y Bravo de nuevo se erigía en figura con un atajadón. El partido era un toma y daca y en el 60 la defensa australiana sacaba sobre la línea el tercer gol chileno, y un minuto después otra vez Bresciano sacaba un disparo lejano que se iba por poco fuera.
A partir del 75 los australianos bajaron físicamente y el peligro cesó en las dos metas. Chile se dedicó a dejar pasar el tiempo mientras Australia quería pero no podía. Cuando parecía que el encuentro finalizaría así, Beausejour enganchó un rechace desde lejos y marcando el tercer tanto para los andinos y finalizando el encuentro.
Chile obtuvo un premio excesivo que, de cara al goal average, le viene muy bien para posibles empates.