Mundial de Brasil – 7ª jornada

La jornada 7 del Mundial de Brasil, comenzaba con un, en teoría fácil, trámite para Holanda frente a Australia.

Sin embargo, los aussies no estaban dispuestos a hacer las maletas tan pronto y sorprendieron desde el principio a una Holanda, que sufría para detener los embates australianos. Los oceánicos decidieron jugar un partido a tumba abierta, presionando arriba y cortocircuitando la transición holandesas, a riesgo de ser cazados a la contra. Las primeras ocasiones llegaron para Australia, sin embargo, la pólvora de sus delanteros estaba mojada. El que no tenía la pólvora mojada era Robben, que en el minuto 20 recogía un balón en medio campo y ante el pasillo que le dejaron, encendió la moto y se planto en el área rival dónde de tiro cruzado hacía el primero de la tarde.

Los holandeses sin haber hecho nada, tenían un gol y se mascaba la tragedia para Australia; sin embargo nada más sacar de centro, los aussies colgaban un balón al área y Cahill sin dejarla caer, enganchaba una volea imparable y restablecía la igualdad. El gol espoleó a los canguros, que incrementaron el dominio ante unos holandeses completamente pasmados por lo que les estaba sucediendo, pero para desgracia de Australia, llegaban con facilidad a la meta rival, pero ahí se quedaban sin ideas y con empate se llegaba al descanso.

En la segunda parte se esperaba una reacción holandesa, pero nada de eso ocurrió, Australia continuaba peleando por la victoria y en el 54 el colegiado señalaba un dudoso penalti a favor de los aussies, que Jedinak transformaba. El 2 a 1 era más que justo en ese momento. Pero por desgracia la parte más floja de Australia es sin duda la parte de atrás, en el 58 un error al hacer el fuera de juego dejaba a Van Persie solo, y el del United no perdonaba y subía el 2 a 2. Los australianos continuaron atacando, sin venirse abajo, pero las fuerzas cada vez eran menores y Holanda se empezaba a sentir un poco más cómoda saliendo a la contra. Y así, en el minuto 68, Depay lanzaba un chut lejano, aparentemente no muy difícil de parar, pero Ryan se la comía y sentenciaba a unos australianos, que necesitaban dos goles en poco más de veinte minutos.

Hasta el final, los aussies cada vez más cansados siguieron atacando, y los tulipanes creando contras cada vez más peligrosas, pero el marcador ya no se movería y Holanda se llevaba una victoria para nada merecida, pero que los deja con pie y medio en octavos.

En el segundo encuentro, los campeones del mundo se jugaban la vida, tras la debacle de la primera jornada. El encuentro comenzó con una presión axfisiante de Chile, que impedía combinar a los españoles, a los que se notaba algo nerviosos, y fruto de ese nerviosismo, en el minuto quince Alonso pierde un balón en medio campo, Chile monta la contra y Vargas ante Iker, lo bate por bajo y aumenta la pesadilla española. Un minuto antes, los españoles habían tenido una muy clara, pero Bravo la detuvo muy bien jugándose el físico.

El gol, dejó tocados a los hispanos, que trataban cada uno de hacer la guerra por su cuenta, mientras que los andinos aprovechaban cualquier ocasión para perder tiempo. Así transcurría el tiempo, con España con prisas y Chile dejándose querer, y cuando parecía que al descanso parecía que se iba a llegar con cero a uno, una falta al borde del área lanzada por Chile, era de nuevo pifiada por «el Santo», que despejaba al medio, y Aránguiz lo aprovechaba para meter el segundo con un tiro a media altura pegada al palo.

La segunda mitad se inició con España a la desesperada, embotellando a Chile y arriesgándose a una contra que matara el partido. En el minuto ocho, Ramos lanzó una falta, el meta la rechazó y tras una chilena defectuosa, Busquets que solo tenía que empujarla, decidió mandarla fuera de manera increíble. Desde luego la suerte no estaba con España. Los minutos pasaban y España no marcaba, y para colmo con todo perdido, el Marqués decidió no arriesgarse a meter dos puntas, y sacó a Costa por Torres, sin modificar el dibujo que a todas luces no funcionaba.

Con España muerta físicamente, Chile campó a sus anchas y dedicó entre los oles del público a mover la bola y dejar pasar el tiempo. Por fin en el minuto 80, Cazorla realizó el primer tiro desde fuera del área de España en el partido, demostrando la «riqueza táctica» hispana, que seguía empeñada en entrar por donde no se podía. Iniesta en el 85 hizo que Bravo se luciera con otro tiro desde lejos y Cazorla con una falta, volvió a probar al meta chileno sin suerte.

Así concluía la penosa presencia en el Mundial de una España,  con un balance de siete goles encajados y un gol de penalti regalado conseguido. Una España que debería haberse renovado, pero en la que su seleccionador, decidió optar por lo cómodo y confiar en los viejos elefantes que ya estaban más para el retiro que para jugar a gran nivel.

En el último partido de la jornada, Croacia y Camerún apuraban sus opciones para seguir vivos y no despedirse prematuramente. El duelo comenzó con Camerún achuchando, y acercándose a la meta rival, sin embargo en el minuto 11, Olic aprovechaba un balón servido al segundo palo y anticipándose el defensa lograba el primero del partido. El gol sentó mal a los africanos, y Croacia empezó a generar ocasiones claras, que la zaga camerunesa abortaba con dificultades. El partido hasta el descanso se convirtió en un toma y daca, pero el marcador no se movería, sin embargo Song, decidió auto expulsarse y dejaba así las cosas muy negras para los africanos.

La segunda mitad sobró, con Camerún en inferioridad, lo único que faltaba por saber era los goles que marcaría Croacia, y a los dos minutos, Pericic ponía el segundo luego de un error en el despeje del arquero. Dos minutos más tarde, Mandzukic se plantaba solo ante el arquero y su disparo se iba rozando el palo. Camerún estaba rota y las ocasiones se sucedían, pero los croatas fallaban una tras otra, hasta que en el 61 Mandzukic por fin veía puerta y remataba un corner de cabeza para hacer el tercero. Con el tercer gol, Croacia no se conformó, habían olido sangre y querían más, y así en el 72, de nuevo Mandzukic hacía el cuarto tras recoger un rechace del portero a tiro de Eduardo y marcar a portería vacía. Camerún pedía la hora, para no seguir haciendo el ridículo, pero todavía faltaban veinte minutos. Por suerte para los africanos, fueron de trámite, pues Croacia consideró que ya se había lucido suficiente y se compadeció de los cameruneses.

México y Croacia se jugaran en la última jornada un puesto en octavos, en un duelo que se prevé apasionante.



estrellasolitaria

Soy un sufrido seguidor de los Cowboys que sigue viviendo de los tiempos pasados que fueron mejores que los actuales para mis vaqueros. El fútbol americano no es el único deporte que me gusta, ya que soy fan de casi cualquier deporte que exista.

1 respuesta

  1. pimendez dice:

    Lamentable crónica, EstrellaSolitaria, estás perdiendo el norte.

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