Repaso de la Wild Card y previa para la Divisional Round

Estamos atravesando lo que, en mi opinión, son las dos mejores semanas de football del año, esto es, la transición entre la semana de Wild Cards y la ronda de encuentros divisionales. Nada me hace disfrutar más que tener 4 partidos en dos días, uno tras otro, como si los atracones de Navidad aún se alargasen, esta vez, delante de la tele. Debe ser la motivación de saber que quedan más partidos por delante lo que hace especiales estos dos fines de semana, no así la Superbowl que, a no ser que tengas intereses directos siempre arrastra una sensación agridulce por ser la antesala a meses de offseason. Este año, la doble jornada de Wild Card se puede resumir con un bostezo prolongado de tres partidos solo interrumpido por el Cowboys-Lions, este sí, una pieza digna de pertenecer a la postemporada y, no hace falta decirlo, de ingrato recuerdo para quien escribe.

A nadie pudo sorprender que el Cardinals-Panthers fuese lo que acabo siendo. Y es que a mediados del primer cuarto ya era evidente que Arizona no podía ganar ese partido a no ser que se lo entregase el rival, cosa que, por cierto, pareció suceder por momentos. Pocas veces he visto un «quiero y no puedo» más obvio. Ryan Lindley personificó las carencias de un equipo sin posibilidad de correr y negado para establecer ganancias desde el juego de pase. Un final deprimente para la franquicia que alojará la próxima Superbowl y que tras un inicio de temporada sobresaliente, cayó en una espiral de lesiones hasta el punto de tener que jugar con el tercer QB. No productividad de la ofensiva significa sobreutilización de la defensa y eso explica el estado de cansancio y agotamiento moral de Arizona, que nada pudo hacer para que los Panthers se llevaran el partido con la simple inercia del equipo capaz de poner puntos en el marcador.

wc3Mucho va tener que mejorar Carolina y Cam Newton para, al menos, presentar batalla a los actuales campeones, más aún cuando te obligan a vencerlos en esa especia de Coliseo moderno que es el CenturyLink Field (por lo del sufrimiento lo digo). Cierto que los Panthers viene  en dinámica positiva y que la defensa ha jugado mejor en los últimos partidos, pero de eso, a que sean capaces de anotarle a los Seahawks, hay un mundo. Habrá que estar pendiente de Jonathan Stewart que es, junto a DeMarco Murray el mejor RB de la liga en las últimas semanas. Una renta de 20 puntos de anotación parece insuficiente para llevarse la victoria de Seattle.

El partido que cerró el menú del pasado sábado se esperaba espeso y no faltó a la verdad. Más de uno se echó una cabezadita entre cuartos. Los Ravens se llevaron la victoria en casa de sus «queridos» rivales de forma sorprendente si tenemos en cuenta la temporada de ambos equipos. Los Steelers venían lanzados pero la lesión de Le’Veon Bell en el último partido contra Bengals acabó siendo demasiada losa. Big Ben no pudo conectar con sus compañeros de forma fluida, en especial con Antonio Brown; no debido a fallos de su cuerpo de receptores sino a la terrible presión que la línea de Baltimore aplicó sobre el QB. Terrell Suggs y Elvis Dumervil se convirtieron en la pesadilla para los Steelers; incapaces de frenar al front seven de los Ravens.

Y luego está ese QB que parece a veces normalito, otras veces mediocre, y cuando entra en playoffs se ciñe el traje de MVP; estoy hablando claro, de Joe Flacco, que lleva unas estadísticas en postemporada que yo creo no se cree ni él mismo.

Precisamente los Ravens abrirán la ronda de divisionales nada menos que contra los Patriots en el Gillete Stadium. No creo que los locales estén muy contentos con recibir a los Ravens, un equipo que trae malos recuerdos por Boston. La lógica dice que los Patriots parten con ventaja, en especial, en la parte ofensiva con la amenaza de Gronko siempre latente frente a una secundaria que no parece capaz de aguantar todo el partido a una ofensiva que cuente con un Brady inspirado. Sin embargo, las armas de Ravens son precisamente las que se ha demostrado más afectan a los Patriots: presión agobiante sobre el QB rival, constancia con la carrera y una cierta tendencia a soltar un bombazo en cualquier momento buscando el big play, opción que Flacco puede ejecutar movido por el cañón que tiene por brazo. No es fácil crear un pronóstico en esta ocasión, la ventaja de campo puede ser importante pero tampoco me parece tan relevante como en otros de esta ronda. Partido duro, golpes seguros, ganador… incierto.

El primero de los partidos de Wild Card del domingo fue la crónica de una eliminación anunciada. Dalton y los Bengals visitando a Luck en Indiana, todo listo para un nuevo episodio de la tragedia Dalton-Lewis en playoffs, pero esta vez ni siguiera fue entretenido. Andrew Luck hizo y deshizo a su antajo frente a unos Bengals sangrados por las bajas y por la falta de talento de su QB. Por no haber no hubo ni emoción, simplemente una victoria sencilla de los Colts y otro golpe a la credibilidad de un staff que no entiendo porque sigue en el puesto que ocupa. No merece detenerse más en estos Bengals porque tanto Lewis como Dalton se pueden definir de la misma manera: «de lo que no hay no se puede sacar».

Peyton ManningPeyton Manning y los Broncos serán los anfitriones de los Colts en uno de esos partidos que la prensa inundará como la lucha entre el maestro y discípulo. Dejando al lado la nube mediática, el partido, no nos equivoquemos, es la hora de Manning para demostrar que puede rendir a nivel playoffs y que no será el lastre del equipo. Es lo que pienso, y creo firmemente en ello. Si los Colts hacen un partido perfecto y los Broncos no encuentran la manera de correr y se entregan a los lanzamientos de Manning, los Broncos se pueden estrellar irremediablemente, por mucho que el estadio esté en la estratosfera y que los pases del 18 vuelen y vuelen. Es por ello que la disposición de juego de los Broncos no se debe apartar mucho de lo que les ha funcionado hasta ahora: carrera con C. J. Anderson y confiar en la capacidad de la defensa para frenar las opciones de Luck para buscar rutas con sus receptores, porque el juego de carrera de Colts sigue siendo secundario en su juego y debe seguir siéndolo contra una defensa tan potente como la de Denver.

wc1La NFL se reservó lo mejor de la semana para el acto final. El Lions-Cowboys sí hizo honor a la palabra playoffs dejando un partido vibrante, entretenido hasta el extremo y con polémica arbitral final. Los Lions llegaban hasta aquí, en gran medida gracias a su defensa, de las mejores de la liga contra la carrera, y en el top 3 en cuanto a rendimiento global. Precisamente, la mayor amenaza de los Cowboys era el juego de carrera gracias a contar con la mejor OL de la liga abriendo puertas para DeMarco Murray. En ese sentido el papel de la línea defensiva de Detroit fue elogiable, parando muy bien las acometidas terrestres de los Cowboys, incluso forzando y parando algún que otro cuarto down. Como aficionado de Lions no me cuesta decir que la actuación arbitral fue dudosa, casera si se quiere llamar y la jugada del flag que luego no es flag vergonzosa, pero no fue el culpable de la derrota de Detroit. Los Lions perdieron porque no fueron capaces de mantener el ritmo anotador en la segunda parte después de ponerse con una ventaja de 20-7 al descanso. La línea ofensiva de Detroit se vino abajo en la segunda parte y Stafford no fue el héroe que decide en el último drive. Por su parte, Dallas se repuso a un 14-0 inicial y mantuvo la concentración para mantenerse en el partido a pesar de que el kicker no estuviera por la labor y que Romo recibiera un castigo notable cada vez que intentaba pasar. Un gran partido que pudo caer de cualquier lado y que nos deja a los aficionados de Detroit con la sensación de haberlo tenido muy cerca, si bien, la derrota no debe empañar un gran año siendo como era este el primero de un staff renovado.

wc4Jerry Jones y los Cowboys se pondrán el abrigo para subir al norte y jugarse el pase a la final de Conferencia frente a los Packers de Aaron Rodgers. El previsible MVP de la temporada lidera un equipo que no conoce lo que es perder en casa frente a los Cowboys, invictos cuando llegan de visitantes. El estado físico del QB es la mayor preocupación de unos Packers que parten como favoritos. La clave vuelve a ser la OL de Dallas y las yardas que acumulen los RB, en especial frente a una defensa cuya estadística contra la carrera es preocupante. Me espero un partido disputado, con ventaja para Green Bay aunque con opciones para los Cowboys. Solo espero que un mal gesto de Rodgers no acabe helando la sangre de los aficionados de los Packers y nos deje a todos sin partido, por lo demás, el que mejor pinta tiene para el próximo domingo.



Iván "Pireo"

Deportista, espectador y aficionado. Amante de cualquier competición y del deporte americano en particular. Resignado pero orgulloso seguidor de los Detroit Lions, Indiana Pacers, Seattle Mariners y Toronto Maple Leafs. Death Valley siempre será la casa de LSU y sus Fighting Tigers. Escribo en sportsmadeinusa.com. Editor y miembro del equipo de bloginterference.com

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