Primeras sensaciones de la temporada NFL, seguramente precipitadas

Las apariencias engañan, eso lo sabe todo el mundo. Al igual que a un libro no se le debe juzgar por su portada, ni a una película por su tráiler, ni a una canción por sus primeros veinte segundos, soy consciente de que no es oro todo lo que reluce. Pero, tras sietes meses de sequía, la primera jornada de la NFL es para aficionados y analistas lluvia, qué lluvia, ¡maná caído del cielo! Tras sesenta minutos ya lo creemos haber visto todo: sacamos conclusiones, interpretamos tendencias, echamos al rookie a los leones, pedimos reconstruir el equipo en la jornada 2, adjudicamos selecciones de draft a diestro y siniestro… Al final, solo quedan sensaciones y, como dice el título, seguramente precipitadas.

A nadie ha cogido por sorpresa:

• Que la vida siga igual en casa del campeón. Aún diría más, creo que la parte ofensiva del equipo ha ganado respecto al año pasado. Wilson sigue sin dejar un mínimo resquicio a la duda y a estas alturas quien no reconozca que es el mejor QB de su promoción y el que más ha evolucionado, que apague el gamepass.
• Que la defensa de Dallas sea un cachondeo. Con todas garantías se puede afirmar que va camino de convertirse en la peor de la liga, si no lo es ya. Insuficiente contra la carrera e inexistente contra el pase. La facilidad con la que los 49ers (y los rivales que están por venir) anotarán contra esta defensa va a provocar que la ofensiva esté más tiempo sobre el campo, lo que significa más tiempo de balón en las manos de Romo (se merece un artículo para él solito, lo pongo en la lista de pendientes).
• Que los Rams vayan a ser los mejor colocados para llevarse el pick 1 del próximo draft. ¡Cómo se pueden torcer las cosas en un par de semanas! Si con el suplente de Bradford ya era un año tirado a la basura, pues cuando encima este se te lesiona, ¡ya me contarás! Sin olvidar que seis partidos son intradivisionales. Mirando el lado positivo siempre se puede contar que la defensa monstruosa que están construyendo use la temporada para ensamblarse, sin la presión de sumar derrota tras derrota.
• Que los hermanos Manning estén en la misma línea que el año pasado. Peyton sigue comandando un ataque a su medida: pase corto, rápido en el reléase, carrera que funciona cuando se necesita; lo mismo del año pasado, con más o menos (Sanders es el nuevo Welker) las mismas piezas. Por su parte, Eli sigue lidiando una ofensiva que está a años luz de funcionar. Ya pueden poner un sistema de señas imitando al baseball o pasarse al silbo gomero, que no hay manera que QB y WR se entiendan. Año complicado para los Giants; menos mal que la NFC Este está como está y la ley de la compensación hará de las suyas.

Más o menos se podía intuir:

• Que si Stafford está inspirado, como el pasado lunes, y Megatron no se lesiona, el ataque de los Lions es un espectáculo digno de admirar. Con cada partido que pasa Bell reclama más acarreos. Tate parece encajar en el difícil papel, en el que se han estrellado muchos, como lugarteniente de Johnson. Si la defensa no entra en modo de autodestrucción con las penalizaciones y la secundaria aguanta con las primeras bajas, el rugido de los Detroit puede hacerse oír.
• Que los Jaguars van en el camino correcto. Sí, ya lo sé, jugaron como nunca y perdieron como siempre, pero al menos dieron la cara, aunque la alegría les durara dos cuartos. Poner tres anotaciones en el marcador y frenar a los Eagles durante mitad del partido tiene su mérito. Es obvio, que les faltan piezas: RBs, WRs, línea… pero, es un primer paso. ¡Cómo me gustaría ver jugando ya a Bortles!
• Que los Redskins sean un equipo tan gris como el que se presentó en el campo el domingo pasado. Me niego a pensar que ese QB apodado RGIII se haya vuelto tan anodino hasta el punto de caer en la clase media de los pocket passers. Me da igual que su porcentaje de completos sea de los más altos, ¿dónde está RGIII y qué han hecho con él? Como no empiecen a carburar las miradas hacia Gruden se van a volver esquivas.
• Que los Chiefs no serán el equipo más espectacular del mundo ni el más imprevisible. Aquí la consigna parece clara: lo que funciona no se toca. Sí, pero… ¿qué pasa cuando lo que antes funcionaba, cada vez le cuesta más? ¿Qué pasa si algún día, por lo que sea, ya no funciona?

Será flor de un día porque no me acabo de creer:

• Que la defensa de los Panthers aguante al equipo en todos y cada uno de los partidos de la temporada. La lesión que Cam Newton arrastra es de las peores para un QB. Un mal golpe y, de nuevo, se puede quedar fuera otro partido. Derek Anderson jugó un buen partido, eso nadie lo niega, aunque delante tenía a los Bucs. Cierto que el equipo de Lovie promete pero, ¿qué pasará cuando los de Carolina se enfrenten a ataques con mayor capacidad anotadora? Saints y Falcons están en su división… ¿será suficiente?
• Que los Dolphins y los Bills puedan a aspirar a nada mejor que a mejorar su récord del año pasado. No quito mérito ni a la victoria de uno, ni a la del otro, especialmente a la de Miami. Se me va a permitir sembrar la sombra de la duda sobre ambos conjuntos. Bills se llevó la victoria de Chicago, y cuando digo Chicago, digo Cutler. Miami jugó un gran partido. La línea aguantó mejor de lo que yo mismo esperaba y Tannehill estuvo a la altura de las expectativas. En esta ocasión, voy a jugar la baza de la jornada 1 para dejar ahí mis argumentos y emplazo a los lectores a dentro de dos meses: Bills y Dolphins, ¿récord negativo o récord positivo?